27.9.06

artista de la semana: sufjan stevens


Sufjan Stevens, es un tipo que siempre quiso ser escritor. Pero que en algún momento mientras estudiaba creative writing en Nueva York, empezó a ponerle melodía a sus escritos y pasó a ser el músico nuevo favorito de la escena independiente norteamericana. Tanto como su música, su personalidad da mucho que hablar: es un reconocido christian (algo así como un protestante muy religioso) que escribió un álbum entero sobre su fe (Seven Swans – 2004) del cual se especula mucho sobre su sexualidad (hay sitios web enteros dedicados a la discusión si Stevens es o no gay) y que se viste de cheerleader junto a su banda entera para las presentaciones en vivo.
Personalmente creo que el hecho que más demuestra su excéntrica personalidad es el ambicioso proyecto que empezó a realizar mientras vivía en Nueva York y componía canciones sobre Michigan, el estado que recién había dejado atrás: Componer y editar un disco por cada uno de los 50 (sí, 50) estados de EEUU.
El álbum dedicado a Michigan (Greetings from Michigan: The Great Lake State - 2003) fue el primero en ser editado y se convirtió en un disco de culto para el público más indie. Pero no fue sino hasta que Illinois (Come on! Feel The Illinoise – 2005), el segundo álbum de la serie, que Sufjan Stevens saltó a la fama y fue alabado por el público y la crítica: el disco figuró en todas las listas de los mejores cd’s del año 2005 (desde la de la Rolling Stone hasta la de los usuarios de amazon).
En Illinois, él busca retratar en 22 canciones (algunas de ellas instrumentales) el espíruto e historia del estado. Stevens abarca temas tan disímiles como uno de los asesinos en serie más temibles de la historia de Illinois (John Wayne Gacy Jr.), la muerte de una amiga debido a un cáncer óseo (Casimir Pulasky Day), madrastras (Decatur, Or, Round of Applause for Your Stepmother!), y él mismo y sus errores (Chicago), tomando cada vez los roles más apropiados para narrar cada historia. La instrumentalización por su parte oscila entre canciones que suenan como si una orquesta entera lo acompañara (con instrumentos de viento, cuerdas pianos y demases) y otras en que es sólo voz y guitarra. Ahí esta, creo yo, la principal gracia de Sufjan Stevens, usar su talento como escritor combinado junto a su talento musical, para entregar canciones que logran armar un disco excelente que alcanza indiscutiblemente su meta: una descripción de la faceta más íntima del estado y de él mismo.
No conforme con el resultado del disco, este año Stevens lanzó , The Avalanche: Outtakes and Extras, un disco con el material que le sobró de Illinois y, como si fuera poco, para esta navidad promete un set de 5 cd’s con canciones navideñas, cada uno grabado en diciembre de 5 años distintos, en una constante busqueda de él por acercarse al rito cristiano. Al parecer, la creatividad de Sufjan Stevens tiene para rato y por mientras nosotros no podemos (ni debemos, creo yo) hacer nada más que disfrutar y apreciar cada una de sus constantes entregas.